miércoles, 14 de agosto de 2013

¿Decisiones? Consúltalo con la almohada

Los neurocientíficos han identificado varios motivos por los que el dormir antes de tomar una decisión importante ayuda a elegir mejor. En la fase MOR, movimientos oculares rápidos del sueño, nuestro cerebro suaviza las emociones negativas guardadas en la memoria, las experiencias del día anterior reducen su carga emocional después de dormir y nos sentimos en un mejor estado para afrontarlas.

Cuando pasamos una noche sin dormir nuestra actividad cerebral en regiones  que incrementan las situaciones hipotéticas se elevan, la falta de sueño potencia las decisiones arriesgadas.

Al dormir antes de decidir, despejamos nuestra mente, dejamos de analizar acerca de las posibilidades entre una elección y otra, y nos liberamos del estrés de creer que debemos decidir de manera inmediata.


Dormir ayuda a organizar nuestros recuerdos, nos permite procesar la información recibida durante el día y resolver problemas. 

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